sábado, 6 de diciembre de 2014

Arte en la red

    La siguiente página web, de Javier Martín Arrillaga, presenta el análisis de 12 obras famosas, y nos permite crear nuestras propias composiciones a partir de los elementos de 5 de sus cuadros. Es una manera entretenida de aprender aspectos compositivos, así como de luces, escalas, color...

    Se puede guardar nuestra propia versión del cuadro, y ver la galería de las diferentes composiciones que han realizado otros antes que nosotros.

     http://www.artecompo.com

    

Dibujos 1ºESO (Parte II)


     Hoy toca la segunda parte de aquellos "maravillosos" dibujos que realicé en 1º. Esta vez se trataba del color, aunado con el retrato, y los sentimientos que el rostro de la otra persona nos evocaba.

    Dicho así suena muy rocambolesco, pero era muy sencillo. Se trataba de asignar sentimientos a los colores (rojo=pasión, naranja=alegría, verde=tranquilidad, etc.) de una forma totalmente libre, pues se trataba de lo que a nosotros nos sugerían los colores. Después, teníamos que ver qué parte del rostro de la persona nos transmitía esos sentimientos, y dibujar/pintar con ese color. Si el pelo de una persona, por ejemplo, nos sugería rebeldía, y habíamos asignado el negro a ese sentimiento, daba igual que la persona fuera rubia, pues debíamos pintarlo de negro.


    Una vez habíamos elaborado un rostro lleno de manchas de colores, debíamos ver qué color predominaba y dibujar a la persona con ese color.

       En mi caso, el color que más predominaba en el rostro de mi compañero era el naranja, y así fue como le dibujé:


viernes, 28 de noviembre de 2014

Eisner y la educación artística como opción curricular.

     Las personas con profesiones creativas nos hemos dado cuenta, al igual que se dio Eisner, de que las artes abren la mente, la desarrollan, así como desarrollan el mundo interior y no dan una única solución a un posible problema. Seguramente sea por esto que, muchas veces, seamos considerados como excéntricos por nuestra forma de pensar e, incluso, de vestir.

    Necesitamos de las artes para poder expresarnos. Las palabras y los números se quedan cortos. Como dice la canción, "las palabras se quedan cortas para decir todo lo que siento". ¿Cuántas veces, al intentar contar algo, hemos parado la explicación para buscar un trozo de papel y ponernos a dibujar?

     Eisner fue el primero en aplicar las artes en la educación porque considera que son necesarias para el desarrollo de las personas. Pretendía preparar a las personas para la vida diaria, y por eso proponía retos y obstáculos para que los niños aprendieran y experimentaran, así como instar al profesor a experimentar con los alumnos. Obligaba, de esta manera, a que el docente no quedara únicamente como un guía, sino como una persona que comparte conocimientos y que aprende con, y de, los alumnos.

     Todos, cuando nacemos, tenemos capacidad artística. Que la desarrollemos, o no, es cuestión de los adultos. Es una lástima que una persona, que tiene claro su futuro como artista, vea que se le han cortado las alas porque no encaja en lo que su familia, o la sociedad, espera de él y debe cambiar a una profesión más acorde con los deseos externos.


     Eso es lo que hay que cambiar mediante la educación artística. Sin embargo, existe un profundo temor a crear gente con capacidad crítica. Gente capaz de discernir entre lo que está bien y lo que está mal. Personas que puedan ver más allá de lo que se les está mostrando. 

jueves, 27 de noviembre de 2014

La psicología del desarrollo. Vygotski y los procesos psicológicos.

     Cuando Vigotsky dijo en un congreso que los seres humanos tienen la capacidad de transformar el medio, fue toda una revolución. Hoy en día nos parece algo lógico, pero en los años 20 fue considerado un adelantado a la época. De hecho, muchos de sus escritos no fueron publicados precisamente por innovadores, por no encajar en el estilo curricular que Lenin estaba imponiendo en su dictadura.

     Es prácticamente imposible escribir sobre Vigotsky sin hablar al mismo tiempo de Piaget y, por supuesto, sin comparar a ambos. Mientras este último es un reconstructor que asegura que los conocimientos están ahí y solamente hay que sacarlos, Vigotsky afirma lo contrario, que hay que construir ese conocimiento.

       La forma de aprender es adelantándose al desarrollo, en lo que él llama la "zona de desarrollo próxima o potencial".  Esta zona se encuentra entre dos niveles: el primero de ellos abarca lo que sabes hacer y no necesitas que nadie te enseñe, y el segundo indica hasta dónde puedes llegar, el tope máximo de conocimiento que se puede obtener, y necesita de una persona como guía.

       La razón de este nivel intermedio es que no se puede aprender sobre cosas que ya sabes, pues daría lugar a un aprendizaje conservador en el que no habría avance. Por eso es necesario ir un paso adelante, estando en dicho nivel, siendo el único en el que se puede aprender.

     Vigotsky, a su vez, llega a la conclusión de que es más fácil aprender en situaciones colectivas, pues la persona no está sola, sino que vive en sociedad, y ésta es diferente según el contexto cultural. Y, precisamente, cuando escribí el artículo de Piaget, una de mis críticas fue que no tenía en cuenta, en ningún momento, el contexto sociocultural. También fue, por lo general, una de las críticas mayores que se le hicieron a Piaget, al que consideraban demasiado individualista.


     Lo único que puedo añadir es que, si me tengo que posicionar, me gusta más la manera de pensar de Vigotsky.

martes, 25 de noviembre de 2014

Arte y videoclips

     Gotye es un músico belga-australiano muy influenciado por el arte debido a que su padre, Frank de Backer, dibujaba cuando era joven. Tiene una carpeta enorme llena de trabajos, tanto de su padre como de él mismo, y recurre muchas veces a ella para buscar inspiración visual.  

    Es por eso que no es raro en absoluto que, para la realización del que seguramente sea su videoclip más famoso, decidiera explicar su canción de una forma más artística y original.

     Para ello empleó el "body-painting" y el "stop motion". La artista Emma Hack fue la encargada de pintar los cuerpos de Gotye y Kimbra para el videoclip, empleando 23 horas de trabajo y logrando que ambos se camuflaran perfectamente con el mural. Se quería simular que ambos estuvieran en una relación, reflejada con la pintura en sus cuerpos, para después Kimbra salir de ella, mientras la pintura se desvanece.

     Y aquí el vídeo:


La pedagogía gestáltica. Origen y principios básicos.

     He estudiado muchas veces, y en muchas asignaturas diferentes, la Bauhaus, y jamás me habían comentado que estaba influenciada por la gestalt. De hecho, no conocía la pedagogía gestáltica hasta hace una semana que se explicó en clase. O, mejor dicho, no la conocía de nombre, porque al ver los dibujos caí en la cuenta de qué iba.

     Desde luego, nunca había pensado en las leyes en las que se basa esta pedagogía y, ni mucho menos, en lo que tiene que ver con el diseño. Pero sí es cierto que están muy presentes en nosotros. La teoría gestáltica asegura que nuestra mente tiende a utilizar nuestro bagaje, por lo que ante un acto de creatividad utilizaremos, de forma totalmente inconsciente, nuestros recuerdos, y crearemos algo que nos parecerá novedoso y original y que, evidentemente, no lo será. El término es "cliptomnesia", y viene a significar algo así como "recuerdo oculto".

     Aseguran que el todo, el conjunto, es mayor que cada una de las partes, y que para comprender o llegar a verlo bien, tenemos que relativizarlo, separarnos de ello, tomando cierta distancia. Esto vale tanto para lo físico como para lo emocional. Muchas veces no vemos la solución a un problema porque estamos tan obcecados con algo tan nimio que no vemos el conjunto, o bien le tenemos tanto apego que nos es imposible pensar de otra manera. Si nos distanciamos, es mucho más fácil que podamos poner solución, pues lo vemos como un conjunto, o bien nos hemos distanciado emocionalmente y ya no sentimos la empatía inicial.

     Los procesos mentales, o como ellos los llaman, leyes, son incluso utilizados por los niños cuando están aprendiendo: agrupación de figuras geométricas iguales o semejantes cuando están aprendiendo las formas más básicas; presentándoselas abiertas para que ellos mentalmente las completen; agrupando las que están más cerca de las que están más lejos, etc. Es la historia de vida de cada alumno, su bagaje, el que le ayuda durante el proceso.
Esta pedagogía, que relaciona ideas y conceptos, como mejor funciona es mediante el aprendizaje por problemas, y éste se ha demostrado que es como mejor aprenden los alumnos. Quizá sería necesario seguir por este camino, de una manera más consciente que actualmente.


La pedagogía conductista. Origen y principios básicos.

      El otro día viendo "El encantador de perros" me di cuenta de que, a pesar de disfrazarlo con palabras bonitas, lo que de verdad se está utilizando es el conductismo. ¿Por qué? Porque lo que quieren es cambiar la conducta del perro, y lo consigue mediante premios, castigos y elementos ajenos al perro que acaban convirtiéndose en elementos condicionados. Igual que con el perro de Paulov.

     Tal y como se dijo en clase, el conductismo es una herramienta tan inmediata y fácil de utilizar, que estamos rodeados de ella sin apenas darnos cuenta. Todos, en algún momento de nuestra vida, la hemos utilizado y la hemos sufrido. Incluso en la asignatura de Psicología del máster nos la explicaron con ejemplos de cuándo castigar y cuándo premiar.

     Sin embargo, nos avisaron de los riesgos, pues no todos los niños son iguales y reaccionan de manera diferente ante los castigos. Los hay que con el primer castigo ya aprenden que no deben repetir esa conducta, y otros que no lo aprenden ni a la décima. O que lo aprenden pero les da igual, porque les es más cómodo seguir con su conducta de siempre. Pero también los hay que, ante el primer castigo, se sienten tan mal que es posible crearles una sensación de ansiedad y frustración. Cuando se aplica el castigo, ¿se puede llegar a saber qué tipo de alumno es cada cual para saber cómo va a reaccionar?


     Muchas de las teorías progresistas, como puede ser la de Dewey, nos hablaban de motivar al alumno para mejorar su conducta, sin reprimir ni castigar. Ya se habían dado cuenta de los peligros que entraña esta herramienta, en la que nos hemos llegado a plantear, incluso, hasta qué punto es moralmente aceptable utilizarla. ¿No sería mejor intentar mejorar la conducta únicamente mediante los refuerzos? Y, por otro lado, ¿sería esto realmente posible?

viernes, 21 de noviembre de 2014

Dibujos 1 ESO (Parte I)

     Si hay algo que caracterizó los 3 años de Plástica que tuve durante la Secundaria fue la profesora poco convencional que tuve. En ese momento no lo supe apreciar e, incluso, llegamos a pensar que nuestra profesora no sabía lo que hacía.

     Si hay algo que descoloca a una clase llena de alumnos es que te digan que has de dibujar tus propias manos sin mirar el papel, dejando el trazo libre y siguiendo mentalmente tu contorno. Obviamente, los resultados no eran buenos, pero nos librábamos del miedo a hacerlo mal.

     Y para muestra, un botón:



jueves, 20 de noviembre de 2014

29 formas de mantenerse creativo

     Todos aquellos que tenemos profesiones creativas hemos tenido, al menos una vez en la vida, un momento de bloqueo que nos ha impedido realizar nuestro trabajo como hubiéramos querido. Pero, ¿cómo evitar el tener esos bloqueos o, por lo menos, que no vayan a más? 

     Aquí tenemos unos cuantos consejos para mantenernos creativos. Algunos ya los ponemos en práctica. Quizá seamos reacios a otros. Pero lo más importante es mantener la mente abierta y no cerrarnos a nada.



lunes, 17 de noviembre de 2014

La pedagogía constructivista. Principios y etapas del desarrollo cognitivo. De Piaget a Lowenfeld.

     La pedagogía constructivista tiene su origen en el Psicólogo Piaget, quien desarrolla un aprendizaje que se construye mediante etapas, recibiendo así su nombre. Es un aprendizaje activo, porque el niño participa y colabora, lo que demuestra que interioriza, pero donde lo que más importa es el proceso en sí.

     Al igual que otras pedagogías vistas anteriormente (Montessori, Dewey), el profesor vuelve a aparecer como un guía que incide lo mínimo y necesario y motiva al alumno. Volvemos a encontrarnos en un modelo contrario al tradicional, aunque con la diferencia de que éste se centra mucho en el individuo, mientras los anteriores eran más sociales y colaborativos.

    Piaget da mucha importancia a las edades de las distintas etapas, teniéndolas muy separadas y marcadas. Sin embargo, en otro contexto sociocultural ¿seguirían siendo las mismas edades? No hay que olvidar que se trata de una teoría de finales del S.XIX  en un país de Centroeuropa. En los países desarrollados ha quedado demostrado que, un siglo después, la teoría sigue siendo válida. Mirando la industria juguetera nos damos cuenta que se basan en esta teoría para el desarrollo y el diseño de sus juguetes. Pero, ¿valdría para otros países con una cultura tan diferente a la nuestra, o las edades se verían afectadas?

     Lo que sí veo claro es que no se puede pasar de una etapa a otra sin haber aprendido lo esencial en cada una y, evidentemente, tampoco es posible la regresión. Supongo que esta última tan solo sería posible en caso de accidente y pérdida de algunas de nuestras capacidades, en las que sería necesario volverlas a aprender.

     Lowenfeld, basándose en las etapas de Piaget, crea las suyas propias pero dividiéndolas en etapas artísticas, empezando por el garabato y terminando por los dibujos realistas. Sin embargo, considero que no todos estamos preparados para llegar al último estadio que nos plantea Lowenfeld. Al querer representar los objetos de una forma realista, en muchas ocasiones nos frustramos tanto por no conseguirlo que, en lugar de avanzar y motivarnos para seguir intentándolo, simplemente dejamos de dibujar, quedando en una etapa estancada.


     Quizá, con un buen desarrollo de esta pedagogía, con un profesor motivador, en un ambiente desinhibido y con un buen material disponible, sea posible poder llegar a todas y cada una de esas etapas, en lugar de quedarnos en una intermedia.

Dewey y la pedagogía progresista.

     Resulta curioso que un hombre con una obra escrita tan extensa (tiene publicados más de 20 libros) no dejara reflejada, de una forma clara y concisa, su metodología. Todo lo que se conoce como "el método Dewey" está basado en lo que se ha entendido de su obra, y lo que él puso en práctica en su Escuela-Laboratorio de Chicago. También es cierto que su estilo es rebuscado y de difícil comprensión, propios de su profesión de filósofo, lo que dio lugar a malentendidos e interpretaciones libres. Algo similar ocurrió en España con sus traducciones, escasas y demasiado subjetivas, acomodadas a la interpretación del propio traductor.

      A pesar de todo, las ideas básicas quedan claras y, de boca del propio Dewey (2004), su metodología nace "del descontento respecto a la educación tradicional" (p.66). Él cree en la educación activa, en aprender mediante la experiencia:

La mayor de todas las falacias pedagógicas es la idea de que una persona aprende sólo aquella cosa particular que está estudiando en un tiempo dado. El aprender colateral con la formación de actitudes duraderas, de gustos y disgustos, puede ser, y es a menudo, mucho más importante que las lecciones de ortografía o historia que se aprenden. Pues esas actitudes son fundamentalmente lo que cuentan en lo futuro. La actitud más importante que se puede formar es la de desear seguir aprendiendo. (Dewey, 2004, p.90)

El niño es el que se ha de interesar en adquirir los conocimientos, quedando la figura del profesor como un guía. Esto recuerda enormemente a Montessori, y sería interesante llegar a saber cuántas de las ideas pedagógicas fueron influencias de ésta, o si ambos llegaron por separado a conclusiones similares.

Dewey, a su vez, nunca habla de asignaturas, sino de ocupaciones, actividades que reproducían trabajos que tienen lugar en la vida real, en lugar de adquirir conocimientos preparando a los niños para un futuro cambiante e incierto. Así, en su "Escuela-Laboratorio" desarrolló un currículum basado en ocupaciones en torno a la madera, el alojamiento, la alimentación y la ropa y, de esta manera, los niños se iban interesando poco a poco en las ciencias, la historia y, por supuesto, en la sociedad. Divididos en grupos por edades, desarrollaban las distintas habilidades, empezando siempre por aquellas que fueran más cercanas y familiares para el alumno.

La escuela comenzó con muy pocos alumnos y docentes, dando muy buenos resultados. Sin embargo, no se sabe bien si éstos fueron debidos a las personas seleccionadas, a que todas ellas pertenecían a la misma clase social, a la motivación de alumnos y profesores por obtener buenos resultados... Sea como fuere, lo que sí es cierto es que duró muy poco tiempo, apenas 8 años, debido a la dimisión de Dewey por la no renovación de su cargo a su esposa.

¿Esos mismo buenos resultados habrían tenido duración en el tiempo? ¿Habría sido lo mismo si se hubieran incluido diferentes estratos sociales en su experimento pedagógico? ¿Cómo una persona que afirma que "la escuela constituye el principal y el más efectivo interés para la reforma y progreso sociales a fin de que la sociedad pueda despertar a la conciencia de lo que la escuela representa" (Dewey, 1997, p.55) no fue fiel a sus principios?

No hay que olvidar que Dewey creía en la democracia, entendida siempre como la igualdad entre hombres y mujeres (fue el único participante masculino en una manifestación a favor del sufragio femenino), entre religiones y estratos sociales, resultando bastante similar al Krausismo.

Algunos detractores, como Snyders (1972), hacen hincapié precisamente en esto último, asegurando que es imposible que mediante el trabajo en conjunto de las diferentes clases sociales se consigan suprimir las desigualdades. También sugieren que el profesor puede llegar a manipular a los alumnos conduciéndolos hacia donde él quiera, y no realmente a los potenciales de éstos, así como que perdiera su status porque el alumno llegara a saber más que el profesor.

En mi opinión, no es ni más ni menos que una malinterpretación de la filosofía de Dewey. Él nunca habló de trabajo conjunto, sino de colaboración y participación, de aprendizaje social, del desarrollo de las habilidades individuales mediante una participación colectiva. ¿Acaso una persona perteneciente a una clase social baja tiene menos potencial que el de clase alta y, por tanto, debe permanecer siempre subordinado a éste? Si ambos son educados de la misma manera, tanto dentro como fuera de la escuela, la estratificación social dejaría de existir, pues ya no habría no se diferenciaría a los unos de los otros.

Por otro lado, ¿significa que en la escuela tradicional no existe manipulación por parte del profesor? ¿Se mantiene siempre objetivo, sin expresar nunca su opinión o sin dirigirles hacia lo que él considera el pensamiento correcto? ¿Habría más en la progresista que en la tradicional? Esto último lo dudo muchísimo por una única razón: es el propio alumno el que experimenta llegando a sus propias conclusiones, dejando de ser el simple receptáculo que el profesor tradicional debe llenar con lo que él considera que es la verdadera educación.

Y si el alumno, debido a su madurez personal y su motivación logra superar al profesor en una actividad puntual, ¿no sería esto algo positivo, algo que demuestra que el método realmente funciona? Además, ¿no haría que ambos, profesor y alumno, progresaran juntos?

El propio miedo hacia lo desconocido, hacia la incertidumbre, nos impide avanzar. Y una muestra de ello es que los mismos temores que existían hace más de 100 años, sigan vigentes ahora.

Referencias bibliográficas:

Dewey, J. (1997). Mi credo pedagógico. León, España: Universidad de                                          León.
Dewey, J. (2004). Experiencia y educación. Madrid, España: Biblioteca                                          Nueva.

Snyders, G. (1972). Pedagogía progresista. Madrid, España: Marova.

Bibliografía:


Dewey, J. (1998). Democracia y educación. Madrid, España: Morata.
Trilla, J. (2007). John Dewey y la pedagogía progresista. González, J. El                                     legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI                               (p.15-40). Barcelona, España: Graó.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Montessori y la pedagogía científica.

     Cuando escuché cómo era un aula Montessori me recordó muchísimo a mi primer colegio, en el que apenas estuve un par de años, pero del que guardo un buen recuerdo. El aula estaba dividida en secciones, aunque no teníamos animales ni plantas, y aprendíamos mediante juegos. Para mí, ir al colegio no era ir a pasarlo mal, sino ir a divertirme con mis amigos y pasarlo bien. No era consciente de que estaba aprendiendo y todo me interesaba.

       Cuando tuve que cambiar de colegio fue algo drástico. Pasé de divertirme a aburrirme tremendamente en una clase tan tradicional. Además, sabía muchísimo más que los demás compañeros de clase, pues yo sabía leer y escribir con fluidez y ellos todavía estaban con las vocales.

        Montessori confiaba en el autoaprendizaje y en la curiosidad del niño como medio para aprender. En que fuera el niño quien explorara sus intereses y la profesora se quedara como una guía. Pensaba que la mente infantil es como una esponja, que lo absorbe todo de forma consciente e inconsciente, con la diferencia de que la capacidad de la mente es infinita. Parece mentira que una mujer de primeros del S.XX, con una pedagogía tan revolucionaria, esté tan de moda ahora y la gente se dedique a ahorrar para poder llevar a sus hijos a los colegios que se basan en sus métodos de enseñanza.


        Había miedo en clase de que el método no funcionara por temor a que un niño jamás llegara a interesarse por una materia. Sin embargo, creo que muchas de las decisiones que tomamos con respecto a que nos guste o no una asignatura tiene que ver con el método de enseñanza de un determinado profesor, que nos predispone a favor o en contra. En mi época de primaria o secundaria odiaba todo aquello que tuviera que ver con la Historia, y ahora me leo libros gordísimos de novela histórica. ¿Por qué? Porque en clase nunca me daban más motivación que el aprenderme de memoria las páginas que iban a preguntar al día siguiente, y el correspondiente negativo si no te las sabías. Quizá si me hubieran dado la libertad y la oportunidad de irme interesando poco a poco, como proponía Montessori, mediante juegos, mapas y aparatos curiosos que me hicieran plantearme dudas, no habría tenido esa animadversión.

El Krausismo en España. Principios teóricos y seguidores.

       Lo que realmente me llamó la atención del krausismo fueron sus ideas, tan actuales para nosotros y tan revolucionarias para la época. No hay que olvidar que sucedía en la segunda mitad del S.XIX, con un contexto sociocultural de fuerte dominio eclesiástico, siendo la mujer el ángel del hogar, y que se promoviera la tolerancia, la libertad de la individualidad, la libertad religiosa y la igualdad entre hombre y mujeres se podía ver, y de hecho se vio, como una amenaza.

       Prueba de ello es el exilio de profesores españoles que intentaron introducir dichos valores en el aula. A pesar de ser un derecho reconocido, no existía la libertad de cátedra. Afortunadamente, en 1883 se logra crear el Instituto de Libre Enseñanza, donde se pone en práctica la pedagogía krausista. Nuevamente sus valores de enseñanza nos pueden parecer, incluso, más avanzados de lo que lo estamos ahora, pues creían en la capacidad crítica del alumno, haciendo que éste pensara por sí mismo; el juego como parte y medio de la educación; daban importancia a materias artísticas que, hoy en día, están en segundo plano... Me parece algo surrealista que, siglo y medio después, estemos volviendo a poner en valor estos ideales.

     El movimiento buscaba la unidad en la humanidad mediante un cambio social a través de la educación y, por eso, daban tanta importancia a los colegios e instituciones de enseñanza. Sin embargo, considero que Krause se equivocó cuando llegó a ver a Napoleón como una oportunidad para unir Europa, pues la unificación debía llegar a través de un cambio pacifista y progresivo, y el medio de Napoleón para alcanzar dicho objetivo era la guerra.


     Es importante el hecho de que cuatro de los seis premios Nobel que ha habido en España pasaron por la Residencia de Estudiantes y la Institución, ambas krausistas. Personalmente me hace pensar que el movimiento realmente funcionaba, y me planteo la pregunta de qué habría ocurrido si no hubiera tenido el final tan drástico con la llegada de la  Guerra Civil.